La decoración es una muestra de nuestros gustos, de nuestra personalidad, que se ven reflejados en el producto final, pero la verdad es que hay aspectos que se deben tener en cuenta, no por ser fanáticos de los cuadros de animales vamos a poner este tipo de pinturas en la cocina, la sala, el comedor, los dormitorios, y es que a la hora de decorar se debe tener buen gusto pero, sobre todo, tener un gran sentido común.
La premisa que debemos tener siempre en mente a la hora de decorar es que demasiados elementos en una sola estancia la recargan, hacen que se sienta más pequeña de lo que es en realidad, produce incomodidad a los que se encuentran en ella y además no permiten que se disfrute de los elementos, porque al ser tantos se hace complicado concentrarse en algo que pudiera parecerle hermoso a alguien y que por sí mismo podría ser el centro sobre el que gire el resto de las cosas dispuestas allí.

Pinturas de animales

La decoración siempre ha tenido tendencias, porque es la vestimenta de la casa y aunque tiende a cambiar con menos frecuencia que la moda en la vestimenta, lo cierto es que hay objetos y pinturas que pueden ser ‘in’ ahora y en unos años dejar de serlo.
Si somos fanáticos de lo salvaje, o de los animales en general, este podría ser un gran elemento para usar dentro de la decoración de nuestros espacios, y si este es el caso lo mejor es dejar de lado por un momento la moda decorativa y dejarnos guiar por nuestros instintos y gustos.

Cuadros de caballos

Entendiendo que podemos seguir tendencias pero adaptadas a nuestros gustos sabremos elegir cuadros de gatos modernos, para ubicarlos en una estancia que tenga un estilo ecléctico o bien pudiéramos seleccionar un bien cuidado, pensado y ejecutado cuadro de caballos.
Los cuadros de caballos suelen ser bastante comunes, porque son animales que por su gran belleza podrían destacar en una habitación, ya sea una biblioteca, un estudio o el salón de algún amante de estos animales, y quedarían a la perfección.
Más difíciles de ubicar son los cuadros de animales salvajes, no porque sea menos bellos o vistosos que los mencionados en el párrafo anterior, sino que resulta más complicados poderlos adaptar a la personalidad de cualquier habitación o estilo decorativo.
Lo cierto es que con los cuadros de animales, como con el resto de las pinturas, se debe tener cuidado con los detalles, porque ellos formarán parte de un conjunto y por más hermosos que sean si no encajan dentro del espectro del resto elementos presentes, lo mejor es prescindir de ellos, hasta conseguir un sitio en el que queden bien.
Una habitación en la que esté la famosa pintura de los perros jugando al póker no se verá hermosa ni quedará bien encajada, a menos que se trate de un casino o de una sala de juegos, en ese caso sí podrían verse bien.
Tomando en cuenta que podemos ir cambiando la decoración y que podemos ponerle nuestra personalidad siempre habrá espacio para los cuadros de animales, bien usados y pensados, hay que dejar correr la imaginación y el ingenio.

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